jueves, mayo 08, 2008

Porque renuncié a Clarín

El siguiente texto fue entregado por el periodista Claudio Díaz, ex redactor del Zonal Morón del Diario Clarín, a varios medios y explica los motivos por los cuales se retira del mencionado diario. En medio de esta situación entre el Gobierno, el Campo y el Grupo Clarín, me pareció interesante que nos apartemos, aunque sea por este post, del humor y veamos que es lo que pasa, pero contado por alguien que lo vivió en carne propia.




PORQUE RENUNCIÉ A CLARÍN.


Por Claudio Díaz


Este viernes será mi último día de trabajo en el querido Zonal Morón/Ituzaingó.

He tomado la decisión de renunciar al cargo de redactor que ejercía y, como es de rigor en estos casos, quiero despedirme de los amigos que gané durante mis siete años de permanencia en el diario y de los buenos compañeros con los que compartí muchas tardes entretenidas.

Pero no quiero irme sin antes explicarles, a ustedes y también a quienes ocupan los cargos jerárquicos de esta empresa, los motivos de mi retiro.

A fines de marzo la revista Veintitrés me pidió una opinión sobre el rol que cumplen los medios periodísticos y algunos intelectuales en la elaboración del discurso político actual.

Yo efectué una dura crítica a lo que se da en llamar el Grupo Clarín y acentué, particularmente, lo que a mi criterio había sido una clara manipulación informativa durante la cobertura del conflicto Gobierno vs. Campo, tanto por parte del diario como de Canal 13 y TN.

En este caso no hice más que expresar, libremente, la vergüenza que me provocó -como periodista pero también como simple ciudadano- el ejercicio “periodístico” del Planeta Clarín y sus satélites.

La reacción por parte de la empresa, como es de suponer, fue inmediata.

Y hasta la consideré razonable.

Es más: a uno de los colegas aludidos, Julio Blanck, le dí explicaciones acerca de por qué yo lo incluía en una lista de hombres de prensa que -desde mi punto de vista- sostienen un discurso “progresista” pero le terminan haciendo el juego al llamado establishment.

Hasta ahí todo bien.

Lo que siguió después es distinto.

Las autoridades editoriales (en este momento no se me ocurre otro término) le comunicaron a mis jefes que “de ahora en más” dejara de escribir la página 3 del Zonal (que se supone es la más “importante”) y que me limitara a hacer -es textual- “notas blandas”.

Una estupidez, realmente.

Pero pocas horas después se emitió otra orden: que no se me autorizara a tomar la totalidad de días de vacaciones adeudados, que había pedido para esta semana..

No dieron argumento alguno para justificar la negativa.

La verdad es que por ninguno de estos dos castigos tendría que haberme hecho mala sangre.

Sin embargo, dije “basta” y tomé la decisión de no seguir adelante con mi trabajo en el Zonal, harto del doble discurso de este diario, de su hipocresía, de pontificar en sus editoriales y notas de opinión una cosa para después hacer otra.

Es tanta la repugnancia que sentí por quienes posan como adalides de la libertad de expresión que me dije a mi mismo: “hasta aquí llegué”.

Quiero decir: hace más de 20 años que ejerzo el oficio de periodista; conozco perfectamente los condicionamientos que nos ponen para atenuar o directamente diluir nuestra vocación de contar y decir las cosas como uno cree que son, aun a riesgo de equivocarse.

En fin, en casi todos lados he comprobado (eso tan viejo pero siempre vigente) que una cosa es la libertad de prensa y otra la libertad de empresa.

Pero lo que viví en Clarín en los últimos tiempos superó todo… Gracias a Dios, ¡todavía tengo vergüenza!

Pero lo que ya no tengo es estómago para tragarme las cosas que hace este diario en nombre del periodismo.

A esta altura ya no puedo soportar tanto cinismo.

Como cuando desde un título o una nota se insiste en que no decrece el nivel del trabajo en negro y las condiciones laborales son cada vez más precarias, siendo que en todas las redacciones del Grupo se emplea a pasantes a los que se los explota de manera desvergonzada, obligándolos a hacer tareas de redactor por la misma paga que recibe un cadete, sin obra social ni vacaciones.

Es el mismo cinismo de despotricar contra la desocupación al tiempo que se lanzan a la calle nuevos productos sin contratar a trabajadores, duplicando y hasta triplicando el horario de los que ya están dentro de la maquinaria.

Es el mismo cinismo de presionar a redactores para que se conviertan en editores, bajo la promesa (falsa) de que “algún día” se les reconocerá la diferencia salarial.

Si, como se sostiene el martes 15 en la cotidiana carta del editor al lector, “son los medios y los periodistas los que deben regularse y actuar con responsabilidad democrática”, pues bien Sr. Kirschbaum, yo empiezo por esa tarea.

Porque si Clarín tanto se rasga las vestiduras asegurando que respeta la libertad de expresión, ¿por qué sanciona a un periodista que vierte, ejercitando esa libertad de pensamiento, una opinión?

Tengo otras cosas para decirle a usted y a quienes lo secundan (si es que a esta altura todavía están leyendo…): la demonización que practica el diario a través de un “inocente” semáforo que cumple la misión de dividir al mundo en ángeles y demonios (según el interés ideológico o comercial del Grupo), ha llegado al nivel de un verdadero pasquín que nada tiene que envidiarle a las publicaciones partidarias.

Es peor todavía, porque éstas tienen la honestidad de reconocerse como expresiones de un partido político o de un espacio ideológico.

En cambio, Clarín se imprime bajo el infame rótulo de periodismo independiente…

En pos de engrosar la cuenta bancaria se ha perdido todo decoro.

Da la sensación de que los que se llaman periodistas o columnistas ya ni sienten un mínimo de pudor por haberse convertido en contadores del negocio mediático, desvividos por saber cuánto dinero ingresa a las arcas; lo único que les falta es salir con el camión de Juncadella.

Digo esto porque ha sido patética, en la misma carta del editor del martes 15, la reacción editorial contra otros medios periodísticos competidores que estarían atreviéndose a morder un pedazo del queso que el Grupo quiere deglutirse, como de costumbre, solito y solo, calificando a aquellos de miserables, travestidos y miembros de una jauría.

¡Después cuestionan a D’Elía o a Moyano por las palabras “ofensivas” que lanzan contra el periodismo independiente y democrático!

La mayoría de quienes me conocen saben de mi simpatía y hasta cierta militancia por el peronismo.

Pero también saben que no me une ningún tipo de relación con el gobierno, ni con su tan temido Observatorio de Medios, ni con los jóvenes de la Cámpora ni tampoco con sus “grupos de choque”.

La aclaración vale para que estén tranquilos y no piensen que durante estos siete años fui un agente infiltrado en el Zonal Morón.

Simplemente amo el trabajo periodístico, tengo pensamiento propio (aunque, qué le vamos a hacer…: no es el políticamente correcto) y un compromiso de honrar mi oficio.

A Ricardo Kirschbaum, a Ricardo Roa y a tantos otros que mandan les digo que estoy preparado para asumir lo que venga, porque no me extrañaría que las redacciones de otros medios empiecen a recibir llamados telefónicos pidiendo que se me prohíba trabajar de lo que soy.

Tan libre me siento, tan espiritualmente íntegro de poderles decir lo que les digo (aunque les resbale), que ya no me importa si la larga mano del Grupo le pone candado a mi futuro para no dejarme otra opción que trabajar como remisero o repositor de supermercado.

Me voy orgulloso de haber seguido aprendiendo lo que es vocación, oficio, dignidad y ejercicio responsable del buen periodismo.

Que me lo dieron los jefes de los zonales y un montón de amigos y compañeros a quienes no voy a nombrar para evitarles quedar marcados por mi cercanía afectiva.

Me voy avergonzado de la conducta de quienes deberían honrar el trabajo periodístico y no lo hacen.

Claudio Díaz
diazdeoctubre@yahoo.com.ar


POSDATA: Mis queridos amigos: aquí les he reenviado el texto del correo que despaché hoy a compañeros del diario y a los principales jerarcas (Kirschbaum, Roa, Blanck, Van der Kooy, entre otros) explicando los motivos de mi renuncia. Desde mañana, viernes, dejo de trabajar. Ya saben que también dejo el celular del Grupo. De modo que para comunicarse conmigo por ahora tienen el teléfono de casa y este correo. Espero contar con un nuevo celular la próxima semana. Fuerte abrazo para todos. Claudio.

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UPDATE: Quiero agregar algo que olvidé hacerlo cuando publiqué este post. La mayoría lo saben, pero a veces es necesario recordar que cuando uno se pelea con alguien del Grupo Clarín, automáticamente se le cierran las puertas de los siguientes medios de comunicación y empresas:

-Diarios: Clarín, La Razón, Olé, La Voz del Interior, Los Andes
-Revistas: Ñ, Genios (ambas publicaciones del diario Clarín), Elle, Ser Padres Hoy
-Editoriales: Tinta Fresca, AGEA
-Canales: Trece, Siete (Bahía Blanca), Doce (Córdoba), Diez (Rio Negro), Seis (Bariloche), TN, Volver, Magazine, Rura, Metro, TyC Sports, TyC Max, Teledeportes
Prodctoras: Ideas del Sur, Pol-Ka, Patagonik Film Group
-Radios: Mitre, La 100
-Cable e Internet: Cablevisión, Multicanal, Fibertel, Flash, Vontel
-Empresas: AGR (Imprenta), Papel Prensa (Papelera), Compañia de Medios Digitales (Diseño Web)
-Portales: Ubbi, Mas Oportunidades, Ciudad, Argenprop, VxV

Hermoso,¿No?

14 comentarios:

Henrieta R. Hipo dijo...

Espero que les sirva a los que se creen de verdad en la independencia de Clarín, a los que ahora están con ellos por estar contra el Gobierno, a los que compran cualquier buzón que se vende con el logo del Gran Monopolio Argentino.
También espero que de una buena vez, más allá de todo, la gente abra los ojos y se de cuenta de la gravedad de tener la información en manos de una sola "Comisión Directiva", aunque sea solamente de eso por ahora.

Natita dijo...

Qué tema!
Cuando empecé a estudiar esta profesión tenía la inocente idea de que el periodismo independiente (el de verdad) todavía existía en nuestro país. A medida que fui avanzando en la carrera, hablando con profesores, con profesionales, y gente del medio, me di cuenta de que verdaderamente no existe. Hoy en día, recibirte y pretender laburar de esto es laburar para el Grupo Clarin....que es dueño de todo lo referente a medios de comunicación (son dueños incluso de una parte de la Nación...con eso digo todo).
Ponerse en contra del Grupo, es condenarse a, como bien dice Diaz, laburar de remisero o repositor de coto. Y las cosas no deberían ser así!
El poder que manejan estos señores es increible, y es triste darse cuenta de que nada se puede en contra de eso (o peor, que nada de lo que se pueda hacer les afecta verdaderamente).
Admiro a periodistas como estos, que no dejan de lado sus convicciones y no se venden...fundamental para ejercer esta hermosa profesión tan corrompida por factores que deberían serle ajenos.
Ojalá, cuando tenga mi título en la mano tenga la posibilidad, la valentía y los cojones para hacer lo mismo.
Ojalá que el medio no me haga mierda lo poco de inocencia que me queda.

Un saludo chicos.
A veces las cosas que pasan nos obligan a dejar de lado el humor por un momento. Triste.

r.- el corre ambulancias dijo...

el periodismo, como todo en este mundo, responde a ciertos capitales

particularmente, los sres. de clarin son muy celosos de sus capitales, y como estrategia para acrecentarlos se dedican a seguir lo que la masa piensa, o bien, tratar de nunca chocar contra la masa

si el gobierno se tira con el campo, ellos fueron con el gobierno (TN no mostro nada del cacerolazo en directo, raro no?); pero como notaron que la clase media, que es quien mas consume clarin, estaba con el campo, se pelearon con el clan K

y ni hablar del temita que se viene con la ciudad y macri si les hacen mandar el cableado bajo tierra

Alexander Supertramp dijo...

Mmm interesante. Manejan la información, por ende la opinión pública, están pegados al poder según le convenga...

Che, están seguros de que el título del post no era nada de la Iglesia de la Edad Media??

Alexander Supertramp dijo...

Aunque, si le sacan a lo que dije recién la parte de "Edad Media", cuadra lo mismo...
Piensenlo...

German dijo...

Clarín hace su juego. Obviamente responde a sectores económicos, pero eso no debería sorprender a nadie, siempre lo ha hecho. La cuestión es que ahora Clarín no es solo un diario, sino que ya es un multimedio, un Grupo enorme y poderoso que forma la opinión de la gente desde todos los canales de información posibles (radio, TV, prensa escrita, internet). Queda en nosotros, el resto, buscar formas distintas de expresión, de contacto. Es para esto que debemos utilizar el blog que, por ahora (...), es gratis y fácilmente alcanzable.
P.D.: Campo vs Gobierno no es lo único que pasa en el mundo, y menos en Argentina.

el capitán beto dijo...

Clarín es detestable y el periodismo está mas carroñero que nunca.

salud y buenos alimentos

Pd ¿ la reunión bloguistica gonchi- rodrigo es por la guita?

Unknown dijo...

que increible...en este mundo ser objetivo (o querer serlo) es lo parecido a ser criminal...no solo te ganas el exilio en tu profesion, sino que terminas en la absoluta marginacion...por que la VOZ del pueblo deberia ser el pueblo, no el poder...y por que quienes son los mediadores de esa voz son los periodista...que tristeza que la gente priorice un titulo de importancia politica (clarin) antes que nuestra propia voz...

Saludos

Natita dijo...

che, de onda....actualicen esto
es un insulto ya...





















jajajajajajajaa

Alexander Supertramp dijo...

y quien dijo que no disfrutamos del insulto al blogespectador??

Anónimo dijo...

odio a clarin desde lo mas profundo de mi ser. sin embargo este "periodista" es un tremendo hijo de puta, come gracias al grupo clarin, un grupo que dice detestar, se calla la boca sin importarle el "periodismo independiente" un carajo, hasta que le tocan las narices y se ve perjudicado. ahi resulta que este grupo es lo peor del mundo. tremendo nabo, agradesco infinitamente no leer ese diario de mierda, lleno de periodistas pelotudos que se venden por $2,50 y una semana de vacaciones.

P dijo...

Estamos jugando al ajedrez.

Yo muevo tus piezas y vos movés las mías.

Entonces, ¿por qué son "tuyas" tus piezas y "mías" las mías?

Estamos viviendo.

GonzaConti dijo...

Anonimo: estaría bueno que si vas a comentar lo hagas con un nombre, porque incluso, aunque no seas usuario de blogger, podes colocar tu nombre.

sino la próxima vez voy a borar el comntario.

Gracias por pasar

Nati Alabel dijo...

Una pequeña ventaja de internet: el condicionamiento para expresarse es mucho menor. Una cagada lo que contás, y lo lamento de veras. Ya encontrarás la forma de seguir laburando en el periodismo, desde otro lugar. Saludos